Cap. 4 Fin de los recuerdos
*Takashima Kouyou*
El maldito de Asagi... Ahora se encontraba haciendo sufrir a Ogatta...
Él me hizo acordar de mi horrorosa infancia, bueno... no se le puede llamar infancia a lo que viví.
Mi hermano fue capaz de venderme a estos sucios depravados... Solo tenía seis años cuando tuve mi primer encuentro sexual... Forzado... Desde entonces... Solo tenía que aguantar... Que me tocaran … Que me penetraran cuantas veces ellos quisieran...
*Tora*
Esto no parece real, no quiero perderlo... Siempre lo eché de mi lado. Nunca le mostré ni una pizca de afecto, y todo es por mi orgullo, hubo veces en las cuales hasta lo boté al suelo de un codazo, y él solo trataba de integrarme al grupo.
No pienso perder a … a un amigo, no volveré a perder a alguien que hace todo lo que puede para llamar la atención. No como aquella vez...
No perderé la amistad de Ogatta... Lo encontré, pero no lo trataré como a un rey... sino... ya veré... ((estúpido orgullo))
- ¡Dios!- Gritó Shou sin detener la carrera- allí, eso es otra de las zapatillas de Hiroto!!!, debieron de ir por este camino. Y el colmo es que nunca llegamos a él.- se quejó.
- Callate que seguro que ya falta poco- le dijo Nao también con el paso veloz.
- ¿¡Cómo lo sabes!?
- No lo se, solo supongo... Es imposible que esté tan lejos... en cinco o seis horas no se le pueden haber llevado en camioneta fuera de este bosque y de paso; e la ciudad, esto es inmenso- Dijo.
- No importa lo lejos que se encuentre, solo tenemos que ayudarlo y ya – Dije aumentando la velocidad. Acto seguido Shou y Nao hicieron lo mismo.
*Hirotto Ogatta*
El chico …. Asagi... No dejaba de manosearme … Y mi cuerpo temblaba... no de frío... de temor.
- No te pongas tenso- dijo separando mis piernas.
Después de decir eso; sin previo aviso introdujo de un golpe su enorme miembro.
Aguanté un grito de dolor...
-¡Que no te pongas tenso!- Gritó, dándome una bofetada.
Nuevamente lágrimas silenciosas recorrían mis mejillas.
- No sirves para nada - me regañó , para comenzar a embestirme – Me encanta joderte...
- De...déjeme... por favor...- gemí.
- ¿Sabes?- No paraba de penetrarme- Dicen que los que se niegan a tener sexo, son realmente los que más quieren.
No sabía que decir, me dolía demasiado... Y lo que acababa de encararme no era para nada cierto, al menos no para mi.
- ¡Yo nunca pedí esto!- Grité descontrolada mente por el dolor.
- ¡No te atrevas a levantarme la voz, mocoso de mierda!- Me gritó halando me fuertemente del pelo.
Me soltó y me empujó hacia la cama. Me agarró de los hombros con ira; y me puso de espaldas.
- Esto si te va ha doler...
Me aferré a la almohada, y cerré los ojos. El que ahora me estaba haciendo suyo, buscaba las peores manearas; para hacerme sufrir... ¿Qué he echo?...¿Esto es un castigo por tratar de ser demasiado bueno con Tora o con los demás?... Pues... Lo único que yo he hecho en todo este tiempo es... tratar de ser feliz...
- Ya falta poco- gimió- Ya... me voy... a .. venir... y .. dentro de ti...
Mi expresión mostraba dolor y asco... Otra vez... Otra vez alguien iba a envenenarme... Prefiero estar muerto que estar viviendo esto. Ya no quiero ser feliz en Alice Nine...Ya no quiero ir al budokan... ¡¡Ese sueño no existe!!
Estas últimas palabras tuvieron resonancia en mi cabeza... ¿Qué estaba diciendo!? … Son mis sueños... Se están derrumbando... Ya se han derrumbado... Ya nada me importa...
… Saga, lanzó un último gemido antes de venirse en mi interior...
- Retiro lo dicho... Si sirves, sirves para tener sexo, sirves para que te jodan el culo... Tienes futuro como un codiciado prostituto... - Dijo acariciando mis piernas...
Otra humillación... No quiero que Tora, Nao y Shou se enteren de esto... es realmente... feo.. pero... creo que no se enterarán y me alegra, ya que no se han dado cuenta de que no estoy con ellos... Quizás Tora... esté por fin feliz.... Todo el tiempo pensé que era un estorbo y fastidio para él, pero siempre descartaba ese pensamiento, e insistía... Yo lo veía como a un ser superior... le admiraba, pero él me veía como todo lo contrario... Me hacia sentir mal... pero intentaba reponerme para que viera que no soy del todo un llorón... Pero me equivoque... él me odia... Por ser un estúpido guitarrista, y que ahora ya no tiene dignidad...
- Realmente el tiempo pasa rápido cuando uno se divierte- Dijo con sarcasmo poniéndose sus pantalones- ¿acaso no opinas lo mismo?
No dije nada... No quería que me volviera a pegar por decir algo inapropiado...
- Bueno, lo tomaré como un Si – y se echo a reír.
Solo desvié mi mirada, y no puede evitar que otras lágrimas cayeran de mis ojos...
*Takashima Kouyou*
Me acerqué hacia mi onee-san, y dije en voz alta para que todos los presentes me oyeran.
- Hiroto ya sufrió mucho por hoy.. Por que mejor no continúan mañana... Aparte, si siguen maltratándolo de esa manera, es muy probable que... se pueda morir... - Dije tratando de no sonar nervioso.
- Uruha tiene razón – Dijo uno de los adultos.
- Solo accederé, por que su ano ya no debe estar tan bueno como antes... - Dijo Saga.
- Ya es tarde … - Anunció otro.
Vi el reloj, y me di cuenta de que la hora de Asagi ya había culminado. Sin pensarlo dos veces, me dirigí hacia la habitación. Abrí la puerta y me choqué con Asagi.
- ¡Bastardo!- Me gritó. No le hice caso y entré.
*Hirotto Ogatta*
Otra vez me sentía mal... Pero ahora me sentía peor que antes. Recibir esto dos veces... Era demasiado para mi...
Uruha entró en la habitación , y me abrazó...
- Otra vez estoy sucio... No me toques... - susurré.
- Tu nunca estás ni estarás sucio... - Dijo rodeándome más insistentemente con sus brazos.-Pronto regresaras con tus amigos...- me susurró al oído- Le quitaré la llave a mi hermano y te sacaré el aparato que tienes en el tobillo... - Dijo lamiendo delicadamente mi cuello.
- No... por favor, no... - Dije parando su acto.
- Lo … lo siento... No era mi intención... - Trató de calmarme.
- No te preocupes...
- De..debes tener hambre... Ya debe de estar la comida.... - Dijo poniéndose de pie.
- Pero...
- Ahora no te preocupes, ya no te harán nada... - Me dijo abriendo la puerta para salir.
*Takashima Kouyou*
- Oye, ¿Ya vas a comer?- Me preguntó mi onee-san.
- Eh... si...
- Dale al mocoso ese pedazo de pan, de la semana pasada- Dijo señalando algo que ya no parecía comestible.
- ¡No! Le daré lo mismo que todos ustedes están comiendo- Dije molesto.
- Bueno, no se de donde sacarás la comida, por que aquí todo está contado, y no sobra para nadie mas.
- Entonces le daré el mio...
- Has lo que te de la gana- Me regañó.
Recogí mi porción de comida, y me dirigí hacia la habitación en donde se hallaba Ogatta... Mirando a la nada...
- Eh... Oye... ¿Te gusta el … pato?- Pregunté mientras cerraba la puerta y dejaba en la cama el plato.
- ¿Y tú?... ¿Qué vas a comer?- Me preguntó haciendo un esfuerzo para sentarse en la cama. Lo ayudé- a...Arigato...
- No hay de qué- le sonreí- No tengo hambre.... Este pato esta cocinado a la manera occidental... no importa... ¿Verdad?- Pregunté acomodándome a su lado.
*Hirotto Ogatta*
Iba a responder le, pero... Mi estómago se adelantó.
- Bueno... Pruébalo- Dijo cortando un pedazo del animal.
Cuando estaba apunto de coger un poco, Uruha me detuvo cogiéndome del brazo.
- déjame darte de comer en la boca... ¿vale?- Me preguntó con una sonrisa.
Me sonrojé y asentí...
Él es muy bueno conmigo, estoy seguro que este plato era suyo, y me lo está dando porque... me quiere...
Al tiempo, me di cuenta de ya faltaba poco para que se acabara, ¡Sí que tenia hambre!, pero no iba a ser tan egoísta como para terminármelo todo yo solo.
- El resto cómete lo tú- Le dije quitándole delicadamente el cubierto, para ahora ser yo el que le diera a él de comer.
Rápidamente puede notar que sus mejillas iban poniéndose rojizas...
*Takashima Kouyou*
Ogatta es realmente hermoso, no quisiera que se vaya... pero... eso es lo mejor para él, yo realmente lo amo, y por eso, le quiero ayudar, ya que si no dejara que se valla... estaría siendo como ellos...
Pasó el tiempo, y ya eran las 7. Ogatta se había quedado dormido en mi regazo. Me alegra inspirarle tanta confianza....
- Descansa... Ya falta poco para escapar de esta cárcel... - Dije casi para mi mismo.
Los minutos pasaban rápidos... el reloj ya estaba por dar las dies; y el silencio ya estaba predominando en la cabaña... Me sorprende que sus amigos no hayan venido por él... O tal vez... mi hermano se alejó demasiado de ellos...
Me levanto de la cama, sin hacer ruido para que Ogatta no se levante, y salgo de la habitación.
La gran mayoría estaba durmiendo, más que nada los dos que ya habían echo de las suyas con el pequeño... ardillita...
Ahora solo era cuestión de buscar la llave del aparato que impide que Hirotto se pueda alejar demasiado de aquí...
Mi hermano esta mirando la televisión... o mejor dicho su subconsciente, debido a todo el silencio que hay, el también se ha quedado dormido.
Me acerco a su velador, y abro un cajón.
“bien”- pensé.
Regrese a la habitación sin hacer el menor ruido posible. Y allí vi a Hiroto, sentado en la cama... abrazado a sus rodillas.
- ¿Q...Que sucede... ardillita?- Susurré.
- Tuve una pesadilla... Tu onee-san me da miedo- Sollozó.
- No llores – le abracé.
- ¿Por que me llamas ardillita? - me pregunto sonriéndome.
- No se... es que lo pareces...
- Pues entonces yo te llamare patito..
- ¡¿Pato!? ¿Por que pato?
- No se... -sonrió en mis brazos- … tienes boquita de pato.. ademas.. es lo que me has dado de comer... ¡jeje!
Me reí y lo abrasé con aún mas fuerza. Me iba a costar dejarlo ir...
- Mira esto- Dije mostrándole la llave.
Cogí sutilmente su tobillo, y estaba apunto de abrir el aparato, cuando un gran bullicio nos exaltó.
La cosa esa tenía una alarma. El que hizo esto en verdad es muy astuto.
Inmediatamente cogí la llave y tapé a Ogatta con una de las sábanas; ya que no tenía ropa. Y Acto seguido lo cargué y salí velozmente del cuarto.
- ¡Uruha!- Pude escuchar, esa voz era de mi hermano.
No hice caso a nadie, y escapé de la cabaña, cuidando de que la llave no fuese a resbalase de mis manos, y temiendo que Ogatta se me fuera a caer.... Era tan pequeño.
- Es...espera solo un poco... - le dije corriendo- Una vez que estemos lo suficientemente lejos te sacaré eso...
- Tengo miedo... te vas a meter en problemas por mi... - Dijo escondiendo su rostro en mi pecho.
- Descuida... Sé lo que hago- Al decir esto no puede evitar sentirme inseguro por unos instantes.
Y cometí un grave error... aminorar el paso.
- ¡Maldito!- gritó mi hermano lanzándose encima de mi.
Solté a Hiroto, procurando que no se lastimase, e intenté golpear a mi agresor, Pero para mi mala suerte, llegaron los demás...
Iba a poner a la pequeña ardillita detrás de mi, pero mi onee-san me lo impidió. Me agarró con fuerza de las muñecas , sujetándome a un árbol, haciendo que por el dolor que me ocasionaba soltara la llave y se cayera al piso. Intenté patear le, pero falle.
- Nunca pedí que fueras mi hermano- Me dijo al oído- Te voy a matar.
Después de que me dijera eso, pude sentir que algo duro y frío me atravesaba.
*Hiroto Ogatta*
- ¡Uruha! - grité. Gateé hasta su hermano;Ya me dolía hacer el más mínimo esfuerzo para ponerme en pie, y le abrasé la pierna- No lo mates... Por favor... - Sollocé. Pero lo único que recibí fue una patada en el estómago.
Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver como Uruha era acuchillado por su propio onee-san. Pero antes de que pudiera tratar de detenerlo, alguien me agarró por la cintura.
- Has sido un niño muy malo- Me dijo uno de los señores, que tapaba su boca con una mascarilla de cuero agujereado.
Este estaba vestido con ropajes de cuero y rejilla, su larga cabellera pelirroja era enorme.
- Exacto, ahora te castigaremos... nene – Dijo otro pero mas joven.
Este otro tenia el pelo corto negro con extensiones en forma de trenzas rubias igual que el lado derecho de su flequillo.
*Tora*
- ¡Shou!- Le grité, al pequeño, ya que se había detenido.
- Creí haber escuchado la voz de Hiroto.
Ya había caído la noche, apenas era posible ver el bosque. No obstante, eso no nos dificultaba la búsqueda.
- Oigan, por allá se pueden oír voces- Anunció Nao guardando la calma.
Todos nos acercamos hacia donde Nao había escuchado las voces.
No podía creer lo que mis ojos veían... Era Ogatta... ¡Estaban abusando de Hiroto ¡¡Malnacidos!!
*Hiroto Ogatta*
El mas joven me cogía de los brazos; para que no intentara escaparme, mientras que el adulto... Me penetraba. Esa posición era más dolorosa aún... mi cuerpo no tocaba el suelo... solo tenía mi cabeza en los muslos del chico, y mis piernas ; estaban totalmente separadas encima de las de Kami que ahora me envestía.
El dolor era insoportable, mi vista ya se estaba nublando de tanto dolor que sentía...
antes de perder el sentido, puede escuchar una voz... ¿Tora?
- ¡Maldito desgraciado!- se lanzó sobre el que me estaba haciendo suyo.
- Sho..Shou – Dije al ver que me estaba cargando. Nao estaba golpeando a Satoshi, al igual que Tora que se estaba desquiciando con Kami.
- Quédate aquí – me dijo, colocándome contra un árbol- Voy a ayudar a los demás.
- Por favor... ayuda a Uruha, Shou- Le dije desesperada mente.
- ¿Quien es? - Me preguntó un poco angustiado.
- El de pelo moreno largo … su onee-san lo va a matar... - Dije afligido
Shou sin bacilar, fue hacia Uruha.
Tora y Nao ya habían noqueado a todos los adultos....
*Shou*
Corrí hacia donde Hiroto me había indicado, y solo hallé un cuerpo inerte... Esto no lo había echo Nao y menos Tora... El que lo dejó así, sin duda había escapado al oír la batalla que acaban de desatar Nao y Tora... Tal vez... llegué tarde... Demaciado... Y no lo puede ayudar...
Me agacho y tomo su muñeca para ver si tiene pulso...
- Da...dale... la llave... allí- trató de decirme y señalar al mismo tiempo.
Me dirijo hacia el lugar indicado, y tenía razón, cogí la llave... Le iba a preguntar para qué y quién; pero... Ya no tenía caso... su alma se había desprendido de su cuerpo.
*Tora*
Una vez... Después de haber acabado con estos estúpidos , corro rápidamente hacia donde Ogatta; y sin pensarlo, lo abracé...
*Hirotto Ogatta*
Tora... Tora me está abrazando...
- Llegaste...- susurré sin verlo a la cara... No tenía el valor.
*Nao*
Ver a Hiroto en ese estado … Realmente me deprimía... Volteo para cercionarme de que no hay mas hombres; y doy con una sábana.
Voy hacia ella , y la recojo... Aquella manta, estaba cuvierta de sangre... Trato de ignorar eso; ya que los causantes de su sufrimiento ya están muertos, y no vale la pena que me enfurezca. Solo la aprieto tratando de descargar mi ira en ello.
Luego me acerco a Hirotto... Quien acaba de ser víctima de las peores atrocidades que el ser humano puede obrar...
- cúbrete … con esto- Le dije tapándolo... Pero; parece que se exaltó
- Uru...Uruha … ¿Donde esta!?...- Le pregunto a Shou.
- Ogatta... él...
- lo mató... ¿verdad?
*Hiroto Ogatta*
Por mi culpa... por mi culpa...
- ¡Lo mató por mi culpa!- Grité sollozando.
- Él también fue cómplice de lo que te acban de hacer ¡Acaso no te das cuenta!?- Me gritó Tora.
- Tú no sabes nada... Uruha no tuvo... nada que ver... - Todos escuchaban atentamente lo que decía- … Él fue el único que... que no me violó... Me dio de su propia comida... y me cuidó...- Sollocé.
- Vámonos de aquí- Dijo Tora levantándose.
Por un momento … creí... que Tora me querría...
- Supongo... supongo que no puedes caminar...- Me dijo agachándose para estar a mi altura- Yo te llevaré.
- Eh... oigan, esperen... uruha... él... me dijo que entregara esta llave- Intervino Shou mostrando la preciada llave.
- Ayúdame … - le pedi.
Le mostré con dificultad el aparato que me fastidiaba. Y les dije con la voz apagada para que servia... Aunque para nosotros... nada útil.
- Ábrelo... por favor...- Dije conteniendo las lágrimas
Lo abrió y volvió ha emitir aquel estruendoso sonido... Aquel sonido que lo delató...
- ¡Aj! Esa cosa hace mucho escándalo- Se molestó Tora. Lo agarró y lo rompió en sus puños.
*Tora*
Cuanto quisiera volverlo a abrazar... Pero mi orgullo es el que no me deja hacerlo... Quisiera demostrarle que ahora más que nunca estoy con él... pero... siempre esta un estúpido y condenado “pero”
*Hiroto Ogatta*
- Quiero... quiero estar con Uruha
- Pero... - Dijo Shou.
- No me importa que su alma ya no esté con él...- Dije tratando de que mis lágrimas no volviesen a apoderarse de mi rostro.
Tora me ayudó a llegar hasta su cuerpo...
Me arrodillé con dificultad a su lado...
- Gracias... - Le dije. Luego lo besé delicadamente cerca de sus carnosos labios- ... Yo también te quiero...
*Tora*
Mis mejillas se pusieron rojas al ver lo que Hiroto hizo, y a la vez; no pude evitar sentir... ¿Celos? … ¡ja!...
Nunca sentiría celos de alguien, y menos, envidia...
Maldita sea...
- Hiroto... Ya vámonos, es desagradable el olor a muertos...- Le dije.
- Tora- Me golpeó Shou. Haciendome entender como se sentía Hiroto...
- No se preocupen ...- Sonrió melancólicamente- … debe de haber un lugar al que vallan las almas de las personas buenas.... como Uruha... ¡Así como el budokan nos espera a nosotros!- dijo.
- O...Ogatta..- Intervino Nao con una expresión de asombro.
Me acerqué a él y lo levanté sin hacerle más daño del que ya tenía.
- Sinceramente … Te admiro...- Le dijo Nao- Despues de todo lo que esos tios te han echo... aún asi... te muestras como si nada...
- A uruha … no le gustaria verme deprimido... Lo sé... - Dicho esto escondió su rostro en mi pecho. Podía percibir lo mal que él se sentia....
Ahora... Lo único que nos queda es cuidarlo y ayudarle a superar este trauma.
- Tora, talves esto te haga ser mas amable, mas carismático y mas sencible con Hiroto – Dijo Shou con una gran sonrisa.
-Calla- Me molesté.
Mostramos una sonrisa desganada y empezamos a alejarnos de este lugar...
*Takashima Kouyou*
Aunque mi alma ya no esté en mi cuerpo, eso no significa que ya no lo pueda cuidar, desde cualquier lugar en donde me encuentre, siempre estaré con él … Como un gran amigo.
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